No basta que un reportero tenga unos determinados conocimientos y cualidades intelectuales, éstos también deben ir acompañados de sustentos frontales de veracidad y unos hábitos rodeados de actitudes morales que se podrían sintetizar en sentido vocacional y sentido ético. Todo lo anterior es el conjunto por el cual Andrea González Romo no solamente es una gran artista, sino también una comunicadora de excelencia. Más en www.somoselespectador.blogspot.com